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Síntesis temática

El carbón mineral es una sustancia sólida de origen orgánico, resultante de la transformación de restos vegetales enterrados y sometidos a intensas presiones. Los principales depósitos se han formado durante el Carbonífero y Pérmico de la era Paleozoica, es decir hace 350 millones de años.

A partir de la Revolución Industrial el carbón se convirtió en una fuente de energía de gran importancia hasta la mitad del siglo XX, momento que fue suplantado por el petróleo y la electricidad de origen hidráulico. La disminución del uso de carbón fue notable, en 1950 representaba el 59% del total mundial, en 1990 el 30% y en el 2000 sólo representaba el 24%. La utilización actual se basa en su capacidad de producir calor, es muy utilizado en la industria siderúrgica y en la producción de la electricidad. Se calcula que las reservas de carbón actuales pueden abastecer unos 220 años.

Como aspectos negativos de este recurso se puede mencionar en primer lugar, que su quema es causa de la contaminación atmosférica que provoca lluvia ácida, ésta destruye la flora, produce polución de lagos, suelos y edificios en centros urbanos. A su vez, el proceso de extracción por túneles provoca erosión y empobrecimiento de los suelos, además de contaminación de las aguas superficiales y subterráneas. Los trabajadores que participan en ese proceso se encuentran expuestos a la aspiración de las sustancias en suspensión en el aire que causan problemas pulmonares graves.

Los yacimientos carboníferos más importantes se encuentran en: China, Estados Unidos, Federación Rusa, Europa, India y Australia. Argentina también es un país que posee importantes yacimientos carboníferos, principalmente en la región Patagónica. Un estudio de caso interesante lo constituye Río Turbio, localidad que se localiza en el extremo suroeste de la Provincia de Santa Cruz donde se encuentra el yacimiento carbonífero más importante de la República Argentina.

Haciendo un poco de historia, la guerra que estalla en Europa en 1939 hizo sentir sus consecuencias en el mercado de la energía argentina. Fue necesario que los combustibles líquidos se racionaran y la importación de carbón comenzó a mermar. En el año 1936 se decidió hacer una exploración geológica en una extensa área de la parte austral de Santa Cruz con el fin de apoyar la búsqueda de petróleo. Parte de esa área era la región fronteriza con Chile, en el cuadrante sudoeste del territorio, que comprendería el yacimiento de Río Turbio. Así, en 1943 comenzaron las tareas de explotación de Río Turbio y se utilizaron los primeros martillos neumáticos picadores para las labores de extracción.

En las décadas de los años ‘50 y ‘60 la importancia del carbón como fuente de energía fue sostenida por una política que apuntaba al autoabastecimiento, razones por las cuales se hicieron fuertes inversiones en el sector energético.

A fines de los años ´60 se impulsaron nuevas iniciativas para el crecimiento económico a nivel nacional. La expectativa de YCF. (Yacimientos Carboníferos Fiscales) era que la empresa aumentara su producción y lograse en un corto plazo el pleno abastecimiento del recurso. Los cambios fueron: nuevas tecnologías, organización del yacimiento, organización del trabajo, un perfil laboral técnico y profesional e importantes inversiones en equipamiento. La introducción de tecnología provocó una alteración en el proceso de trabajo y en la organización laboral. Estos cambios exigieron nuevo perfil en los trabajadores y la demanda fue cubierta por una ola migratoria de profesionales.

En la década del ´70, si bien el carbón se encontraba muy consolidado en el mundo, YCF llegó al máximo de sus expectativas respecto de la política de abastecimiento energético. La aparición de nuevas ofertas energéticas que generaban nuevas y mayores expectativas (gas natural, nuclear, hidroelectricidad, etc.) hicieron decrecer notablemente el interés por el carbón de Río Turbio, el que además, tenía la enorme desventaja de su bajo poder energético.

Conjuntamente en 1972 comenzaron a registrarse dificultades comerciales importantes. Entre 1976 y 1982 se produjo un período de estancamiento y caída de gastos socio-laborales. Este estacionamiento de la productividad y del comercio estuvo asociado con las interrupciones de las inversiones de reestructuración minera y la falta de decisión política para el uso de carbón en centrales termoeléctricas.

Históricamente, los 7.000 habitantes de Río Turbio han estado vinculados a la explotación del carbón y el actual gobierno argentino ha decidido aprovechar sus yacimientos para construir una central (la CTRT) que creará cientos de empleos y generará el 2% de la electricidad que se consume en Argentina.

En los últimos cinco años surgió un proyecto para construir una central de carbón en Río Turbio que ha desatado las protestas de los ecologistas. Dicho proyecto de reactivación del uso del carbón se enmarca dentro de una política económica nacional de desarrollo y potenciación del crecimiento industrial de Argentina para, por un lado, disminuir la importación energética y por otro, generar de nuevos puestos de trabajo.

Sin embargo, los ecologistas argentinos consideran que se trata de un proyecto "costoso, contaminante e ineficaz". El mismo dinero que se va a invertir en la central y en el acondicionamiento de la mina podría utilizarse para financiar el desarrollo de energía eólica.