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Perspectiva teórica

La enseñanza de contenidos escolares referidos a temáticas ambientales da cuenta de una diversidad de perspectivas teóricas que sustentan las prácticas docentes. En esta pestaña se presenta un marco teórico-conceptual y didáctico que propone un abordaje socio-político de las temáticas ambientales, coherente con los Diseños Curriculares de la provincia de Buenos Aires para el Nivel Medio y con las recientes producciones académicas.

La concepción de ambiente varía entre diferentes disciplinas científicas e inclusive entre distintas perspectivas teóricas de una misma disciplina; pero también, en la vida cotidiana circulan múltiples acepciones de ambiente. Esta heterogeneidad de significados hace necesaria la explicitación del marco teórico que sustenta este Proyecto de Voluntariado, es por ello que resulta importante definir dos de los conceptos centrales que atraviesan la propuesta: ambiente y problemática ambiental.

Este trabajo se posiciona dentro de un enfoque que considera al ambiente como una construcción social desarrollada en el marco de un proceso histórico de valoración de las bases naturales de un determinado lugar. Al decir de Caride y Meira (2001), “El ambiente es percibido como un constructo social mediado por filtros culturales y representaciones simbólicas que están ideológica y políticamente condicionadas y que, en algunas de sus formas, ejercen un papel decisivo en los modos de interpretar la vida cotidiana o de desarrollar conocimiento científico.” Esta definición está lejos de concebir el ambiente sólo desde sus elementos naturales, sin dejar de considerarlos, reconoce las dimensiones sociales, políticas, económicas y culturales como dimensiones constituyentes de los ambientes.

El otro concepto central es problemática ambiental y se lo define como una controversia y una confrontación de intereses, donde muchas veces se trata de intereses de grupos económicos, empresas o incluso de algún nivel de gobierno versus, derechos de personas o comunidades específicas de damnificados. Estas confrontaciones surgen y se desarrollan a partir del predominio de una lógica productiva y una forma de apropiación desigual de los bienes naturales que incluyen siempre relaciones asimétricas de poder (Breiting, 1997; DCyE CABA, 2009; Cuello Gijón, 2003).

Las problemáticas ambientales se generan y se analizan en diferentes escalas, pero visualizan y reconocen de manera más clara en las escalas local o regional. Sin embargo, para poder comprenderlas, analizarlas y proponer acciones para su transformación o resolución es necesario incorporar la escala global, es decir, incluir en el análisis las múltiples causas y los actores sociales que participan de la problemática desde una escala más amplia, la global.

Tomando como referencia los aportes realizados por especialistas en el campo de la educación ambiental desde una perspectiva social y crítica (Caride y Meira, 2001; González Gaudiano, 1997; Sauvé, 1999, 2004) a continuación se sistematizan un conjunto de recomendaciones y orientaciones didácticas para la elaboración de propuestas de enseñanza de contenidos ambientales coherentes con la perspectiva teórica que sustenta este Proyecto.

  • Se debe considerar la dimensión política ya que no resulta posible abordar una problemática ambiental desde una postura ideológicamente neutral.
  • Es importante tener en cuenta la dimensión humanista, ya que siempre intervienen aspectos morales, sociales y éticos.
  • La propuesta educativa tiene que ser problematizadora, es decir, reconocer el entramado de intereses y racionalidades que se ponen en juego en cada problemática ambiental.
  • Es importante que se investiguen los procesos históricos, es decir las relaciones históricas que mantuvo la sociedad con la naturaleza y los paradigmas económicos que guiaron y guían las decisiones.
  • Es fundamental trabajar en la identificación de los actores sociales que participan en cada problemática ambiental: responsables, damnificados, el papel que desempeña el Estado en todos sus niveles de decisión, las ONGs, entre otros.
  • Cada vez que se planifique una propuesta educativa de contenidos ambientales es necesario indagar los conocimientos previos de los estudiantes, sus representaciones y valores. En la actualidad estas temáticas están en los medios de comunicación y en la vida cotidiana, generalmente, los alumnos tienen mucha información sobre ellas.
  • El estudio de caso es una estrategia privilegiada para el abordaje de las temáticas ambientales. Los buenos casos permiten abordar, comprender y explicar en profundidad situaciones complejas, además de facilitar la selección y organización de contenidos. Pero ¿cómo elegir buenos casos? Selma Wassermann (1994) dice que los buenos casos se construyen en torno a problemas de la realidad que se presentan a personas reales.