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Síntesis temática

El petróleo, que en latín significa Aceite de Piedra, es un líquido oleoso bituminoso de origen natural, inflamable, cuyo color varía de incoloro a negro, que se encuentra en grandes cantidades bajo la superficie terrestre y la sociedad lo emplea como combustible y materia prima para la industria química. El petróleo y sus derivados se emplean además, para fabricar medicinas, fertilizantes, productos alimenticios, objetos de plástico, materiales de construcción, pinturas y textiles y para generar electricidad.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el petróleo y sus productos derivados, vinculados al consumo masivo por los automóviles privados, se convirtieron en la principal industria del capitalismo. El proceso de apropiación del petróleo por parte de algunos actores sociales para su propio beneficio ha generado conflictos en los que unos pierden y otros ganan.

La crisis energética que se produjo en el año 1973, donde los precios del barril del petróleo se incrementaron notablemente, generó las condiciones para que los países que más lo utilizan, principalmente Estados Unidos, comenzaran la búsqueda, invasión, saqueo y explotación de aquellas regiones ricas en petróleo.

Un caso en el que se pone de manifiesto el conflicto por la apropiación, control y explotación del petróleo lo constituyen las reiteradas invasiones (en los años 1990 y 2003- 2005) de Estados Unidos a Oriente, principalmente a Irak, cuya motivación está ligada al control del petróleo y los gasoductos.

El 15 de febrero de 2003, previa a la invasión de Estados Unidos a Irak, se llevó a cabo una protesta masiva en la que participaron diez millones de personas que salieron a la calle en unos sesenta países. El objetivo era manifestar su rechazo a la guerra en Irak. Demostraron así que la política de masas puede encararse en forma global con la participación de la sociedad civil.

Décadas antes de la invasión estadounidense a Irak ya existieron otros acontecimientos geopolíticos con objetivos similares. Uno de ellos fue la llamada Guerra de los seis días que se inscribe dentro del conjunto de guerras libradas entre Israel y sus vecinos árabes tras la creación del Estado de Israel (1948). Estos seis días de 1967 concitaron la atención mundial y resultaron claves en la geopolítica de la región. En consecuencia Israel ocupa la Franja de Gaza y la Península del Sinaí de Egipto, Cisjordania de Jordania y los Altos del Golán de Siria, áreas de interés geoestratégico.

Otro antecedente geopolítico lo constituye la Guerra del Golfo o también llamada Tormenta del Desierto. El inicio de esta guerra comenzó con la invasión iraquí a Kuwait el 2 de agosto de 1990. Debido a este hecho, Irak fue sancionado económicamente por las Naciones Unidas. En enero de 1991, se produjo la victoria de las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos contra la República de Irak en respuesta a la invasión. Las tropas iraquíes abandonaron Kuwait dejando un saldo muy alto de víctimas humanas.

Por todos estos antecedentes, los bombardeos norteamericanos en Afganistán y en Irak en nombre de una “Guerra Justa” contra el terrorismo confirman que el objetivo final es el control y apropiación del petróleo y el gas.